miércoles, 22 de diciembre de 2021

Vivir en frontera - El flow

                                                       RM 2021


Como las palmas de mi mano

yo conozco este barrio

sus gentes

sus secretos

sus miedos

sus llantos

Vivimos en frontera

vos no lo entendés

si su nombre sabés

por los titulares que ves

Como las palmas de mi mano

yo conozco este barrio

la coaster

la estaca

el que lleva palabra

Vivimos en frontera

vos no lo entendés

si solo por la calle corrés

en tu carro y desde tu ventana ves

La señora que limpia en tu casa

la que vende en la calle

la que echa tortillas

Su hija, la cajera, el que reparte bebidas

Sabemos cómo movernos cuándo hablar y cuándo callar

doblar la esquina y cambiar el caminar

desconfiar de la autoridad

Vivimos en frontera

vos no lo entendés

hasta que un día ves mi foto

rodeado esposado de rodillas desconfiado

Mirame fijo sin parpadear

Yo vivo en frontera 

mi única opción es siempre ganar.






martes, 16 de noviembre de 2021

12 años

Foto Torogoz por @WalterLara1 (Twitter, Instagram)


 Un día como hoy, hace 12 años, salí de mi país. En ese momento no pensé que me sumaría a la comunidad de salvadoreños en la diáspora. Ese día lo recuerdo como un día triste. Sabía que no regresaría pronto, pero no imaginaba que echaría raíces fuera de mi tierra. Acá estoy, 12 años después y mucho ha cambiado. Yo ahora soy madre de una niña de 8 años que ha llevado hasta los límites las ideas que tenía sobre la maternidad. Es el proyecto más desafiante en el que me he embarcado alguna vez. Esa experiencia amerita una entrada propia. 

Cuando salí de mi país era profesora e investigadora universitaria. Mis temas de estudio y docencia eran la comunicación organizacional, la sociología y antropología urbana, las identidades. Doce años después y sigo vinculada a la vida académica centroamericana gracias a mis amigas/ interlocutoras/ colegas, que aunque no estemos fisicamente cerca seguimos caminado juntas. Del lado de acá, he sido parte de proyectos comunitarios con familias y jóvenes de la comunidad inmigrante. Con ellos no solo he aprendido profesionalmente, lo más importante, me han crecido raíces nuevas. Soy parte de una comunidad. Tengo una familia. Con ellos he vivido los momentos más duros de la experiencia migratoria en un clima anti-inmigrante y lleno de expresiones racistas. Pero también con ellos he vivido los momentos mas esperanzadores cuando la solidaridad y la celebración de nuestras raíces y culturas es el antídoto contra la incertidumbre. 

Mucho he aprendido de mí y mis raíces en estos 12 años. Con los jóvenes con los que he trabajado he aprendido de sus luchas reales por el reconocimiento de sus identidades, ya sea que hablemos de la diversidad sexual, las raíces afro o indigenas; o las preocupaciones políticas que los mueven, sean la seguridad social, el acceso a salud o el cambio climático. He aprendido y sumo cada día desde donde puedo a esas causas que ahora son también las mías. 

Gracias vida por estos 12 años y por todos los que caminan conmigo.